miércoles, 13 de octubre de 2010

Ornamento, delito en el 2010?

En el ensayo Ornamento o delito, Adolf Loos critica todo tipo de ornamento e insta al hombre moderno a acabar con él en la arquitectura. Según Loos, la evolución del hombre implica el rechazo hacia todo lo ornamental y la búsqueda de la ciudad blanca, reflejo de la mítica Sión, la ciudad del cielo. A mi criterio la arquitectura es un arte, y como tal tiene como misión de transmitir sentimientos, ideas, sensaciones... en este caso ¿no es el ornamento un buen método de transmisión?
Las formas ornamentales pueden recrear casi cualquier figura, pueden transmitir las ideas que el arquitecto pretenda. A mi parecer esto no es ningún delito.
Adolf Loos nos dice que el ornamento en la arquitectura conlleva una fuerza de trabajo desperdiciada. Si observamos la obra de Gaudí y si nos paramos a pensar ella, podemos darnos cuenta que no conoceríamos a Gaudí si no fuera por su ornamento.
Ciertamente el ornamento no es fundamental para la arquitectura, pero
conforma parte muy importante de ella que, de una u otra forma, siempre está presente.


"Casa Batlló - Gaudí"

Recientemente hemos estado investigando en Taller de diseño, la arquitectura como atmósfera, y cómo ésta llega a crear diferentes reacciones y sensaciones a nuestros sentidos. Las formas y colores nos transmiten sentimientos intensos y exóticos. Loos nos diría que los adornos y colores llamativos de un edificio son innecesarios, y propondría una arquitectura blanca y sin adornos.
Quizás lo más parecido a la arquitectura que Loos propone sería casa farnsworth de Mies van der Rohe. Pero, ¿será que no hay aquí ni un poco de ornamento? Seguramente cuando Mies diseñó esta casa tuvo muy en cuenta el lugar exacto donde ubicarla: una llanura verde rodeada de árboles, y entre ellos una casa blanca sin paredes, para que el mismo bosque entre en ella. La misma elección del color blanco le sirvió para transmitir la paz y la tranquilidad que buscaba, con lo que los argumentos de Loos se quedan sin fundamento.
De hecho podemos ver en la actualidad que el arte no ha avanzado como Loos pensaba que avanzaría, y en nuestros días, con el impulso de la llamada “era audiovisual”, el ornamento sigue protagonizando el arte en todas sus formas.
Luces, formas y colores dirigen la moda y la publicidad, que llega a extremos que Loos seguramente no habría imaginado. Hoy un hombre o una mujer tatuados no son considerados delincuentes, simplemente van a la moda, y en algunos casos, y depende para quién, incluso pueden verse como obras de arte andantes.



Y al igual que no se considera delincuentes a los tatuados, tampoco creo que se considere delito al ornamento. Lo admitamos o no, éste está presente a nuestro alrededor, de una u otra forma, y el arquitecto debe saberlo y aceptarlo para poder usarlo como refuerzo de las sensaciones que quiere transmitir con su obra.
Por otra parte no estoy totalmente en contra del pensamiento de Loos. Hoy en día, el ornamento, en aquellas cosas que gracias a la evolución pueden privarse de él, significa en parte fuerza de trabajo y material desperdiciado, no porque sean banales, porque tienen como fin llenar de sensaciones y reacciones nuestros sentidos, pero si lo vemos desde un punto de vista conservacionista, nos damos cuenta que en la actualidad nos encontramos en una constante lucha para conservar este planeta y que éstos elementos ornamentales en ocasiones conllevan procesos que traen consigo consecuencias medioambientales, es aquí donde para mí el ornamento es un delito, pero Loos no lo veía desde mi punto de vista, es por esto que no puedo asegurar que somos congruentes en algún punto, ya que la época en la que Adolf Loos se encontraba y en la que me encuentro yo en éstos momentos son sumamente distintas.
Hoy en día vemos elementos ornamentales que solamente dan placer a mis sentidos, y que para lograrlo fue necesario ir más allá del gasto necesario sí es un crimen a la naturaleza. Los arquitectos más reconocidos de hoy en día andan en busca de alguna innovación de bajo impacto para el ambiente, inclusive llegan a proponer ornamentos que ayudan a la conservación del medioambiente, como lo son los paneles solares, ornamento que también tiene un fin aparte de ser estéticamente aceptable, ¿serían los paneles solares un delito para Loos?


"Sanyo SolarArk"

La arquitectura es un arte, y ya que en la época de Loos el medio ambiente no se encontraba dentro de la lista de preocupaciones, creo que el artista (arquitecto) como en el caso de Gaudí tenía la cancha libre para poder expresarse mejor forma sin ninguna limitación.
La arquitectura responde al espíritu de una época, y nunca sabremos si Adolf Loos consideraría el ornamento como un delito hoy en día.

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