viernes, 3 de diciembre de 2010

La an-estética y "cosificación" de la arquitectura

Poco a poco podemos observar como la arquitectura carece cada vez más de significado, y es absorbida por las exigencias de una sociedad consumista.
Según la Real Academia Española, cosificar significa .1. tr. Convertir algo en cosa.2. tr. Reducir a la condición de cosa aquello que no lo es.
En lo personal creo que la arquitectura va más allá de ser solamente una cosa, la arquitectura es un arte, y como tal tiene un significado. Hoy son muchos los arquitectos que han llegado a cosificar la arquitectura, dejando atrás su verdadera esencia y propósito.

Estamos envueltos en un mundo de imágenes bonitas, que no nos permiten ver más que eso, una imagen bonita, y que son tantas que no hay tiempo de pensar en qué es lo que realmente significan cada una de ellas, sino que sólo tenemos tiempo para ver más y más imágenes. Viviendo solo de la vista, no nos damos cuenta de la verdadera función de la imagen, que sirve para ocultar y “estetizar” cualquier aspecto de la vida o forma de pensar, para que todas las personas caigamos en “esa realidad”.


Loretta Lux "The Hush"


La saturación de imágenes que se nos presentan día a día afecta el modo en el que vemos el mundo, ya no le damos significado a las cosas, nos hemos convertido en una sociedad muy superficial y ya no valoramos ni tratamos de comprender qué es lo que realmente nos quiere dar a entender una obra de arte, nuestro juicio se reduce a apariencia de éstas.

El libro de la an-estética nos muestra las diferencias existentes entre la vida de un habitante del campo y la de una persona del área metropolitana. Las personas que viven en los pueblos usualmente llevan una vida muy rutinaria y lenta, mientras que los individuos del área metropolitana tienen que estar más atentos a los estímulos que el entorno les ofrece y a todo lo que están expuestos, esto marca un perfil psicológico en la persona. En consecuencia Simmel considera que el comportamiento coincide con el movimiento del capitalismo y se vuelve blasé, que es una incapacidad para reaccionar ante ciertos impulsos mentales de la ciudad, pero que al mismo tiempo resulta ser estado defensivo, ya que el individuo aprende a sobrevivir en la metrópolis y a actuar como una cápsula protectora ante la sobre estimulación.
Se concibe a la metrópolis como un trance de naturaleza narcótica, como un lugar hipnótico de la embriaguez. Para los surrealistas la metrópolis era la fuente de la embriaguez perpetua, ya que ven la ciudad de un modo muy bello.


metrópolis-campo


El libro an-estética nos habla acerca de dos tipos de embriaguez, la del artista y la del espectador, para el primero en algunos casos fue necesario drogarse para concebir nuevas formas e ideas, mientras que para el espectador es la densa masa de imágenes la que le provoca embriaguez, y llega a ese estado no por que quiera, sino porque es la única manera que tiene de defenderse psicológicamente de ese ataque.



Las Vegas


Cuando observamos la arquitectura de las Vegas reafirmamos que en la mayoría de los casos las personas se sienten atraídas solamente por la apariencia, todo consiste en una retroalimentación, entre más elementos llamativos, más clientes son atraídos, creando una clase de competencia entre los edificios que intentan destacarse unos de otros, utilizando cada vez más luces, letreros y copias mal elaboradas de famosas construcciones. En parte la culpa recae en las personas, si no le prestáramos tanta importancia a las imágenes, tal vez las Vegas no saturaría los edificios con tantas imágenes llamativas sin sentido, pero al saber el efecto que éstos tiene en la sociedad, les es conveniente crear obras que solamente son imágenes continúa llenando cada vez el lugar de luces, letreros y copias mal elaboradas de símbolos que llamen la atención de una sociedad que se deja llevar por la apariencia.

Lo mismo sucede con el consumismo, la publicidad busca algo llamativo para incitar a la sociedad a adquirir cierto producto o a visitar determinado lugar.Igualmente se intenta hacer de la arquitectura una pasarela, en donde se presenta lo mejor al público para que sea juzgado de buen modo, y sea aceptado por el "jurado" que en nuestro caso es la sociedad.

Todo gira alrededor de la estética y de cómo ésta influye en todo lo que hacemos, inclusive en nuestra vida cotidiana. Creo que no debemos guiarnos solamente por las apariencias, deberíamos analizar y dar significado a lo que nos rodea. Podríamos pensar que un mundo sin estética no es posible, pero sí lo que lo es, ya que la estética misma se está encargando de perder su significado, y lo seguirá haciendo hasta volverse an-estética.

Creo que no deberíamos permitir que las imágenes influyan tanto en nuestra manera de pensar, hay tener más conciencia e ir más allá. En muchas ocasiones la imagen tiene como único prósito ocultarnos algo, nuestro problema está en que solamente vemos lo que queremos ver y lo que quieren que veamos.Somos víctimas de nuestro propio engaño, porque creemos que todo lo que está ahí es verdad y nos dejamos llevar por eso, y que aunque sepamos lo contrario, es mejor dejarse llevar por la corriente que ir contra ella, no queremos pensar, no somos capaces de comprender lo que pasa a nuestro alrededor, pensando que la vida se nos solucionara ganando la lotería.

En cuanto a la seducción, ésta es aquello que extrae el significado del discurso y que lo merma de su verdad. Intenta encantar al espectador a un nivel puramente visual para impedir un nivel de apreciación más profundo, busca embrujar al espectador dentro del mundo encantador de la superficie, para no ir más a fondo y no buscar una verdad subyacente como lo hace la interpretación. Evidentemente la seducción también es utilizada en la arquitectura al estar ligada a la estetización. Cuando el discurso significativo se ha absorbido y ha pasado a ser impotente en el mundo de la imagen carente de profundidad, la seducción permanece como la única estrategia viable para ganar la apuesta al observador.

Lastimosamente el arquitecto de hoy en día tiene como meta llamar la atención del público, ya que cuando se hace algo que no es agradable a la vista, es muy probable que termine siendo un fracaso. Como ejemplo de esta situación podemos mencionar la etapa del Funcionalismo, en el cual lo único que importaba era la función sin importar que se viera “bonito” para los demás, y al final, podríamos decir que en cierta manera la sociedad no acogió el funcionalismo como era de esperarse, por esta misma razón de que de la estética se ha vuelto esencial en el mundo.


Pabellón de Alemania. Exposición Universal de 1929 en Barcelona. Mies Van der Rohe. (Reconstrucción).


Es triste ver que la imagen sólo ha llevado al empobrecimiento del entendimiento de lo que se ha construido y se ve agradable a la vista, es por eso que ahora puede surgir lo contrario al funcionalismo, debido a que actualmente la estética juega un papel tan importante que incluso el arquitecto puede llegar a distanciar a los usuarios de los edificios, siendo la apariencia estética primordial en cuanto al diseño, alejándose de las necesidades de los usuarios. Pero con tal de cubrir los requisitos estéticos que exije la sociedad puede resultar proyecto no éxitoso, porque el arquitecto se ve obligado a realizar obras que no coinciden con su ideal.


"sunway" condo

Nosotros como arquitectos que algún día seremos, no debemos caer en el juego de hacer solo obras bonitas o agradables a la vista, sino que, hagamos construcciones que sirvan al usuario y nos acerquemos a sus necesidades, no vendamos imágenes que no sirven para vivir. Al fin y al cabo nosotros somos quienes propondremos como funcionara un espacio y debemos tener una visión diferente de la vida, tratando de hacerla lo más cómoda posible.

Como estudiantes de arquitectura debemos aprender a diferenciar entre la estética y la belleza, somos presas fáciles de la publicidad, comercios, marcas etc., estos nos pueden atrapar fácilmente por sus tentativas soluciones hacia nuestros problemas.

En mi opinión, nos encontramos en un mundo donde la belleza y estética han perdido el verdadero significado y se han ido envolviendo en las garras de la publicidad, creando a la gente ciega de lo que verdaderamente hay a su alrededor.
Ciertamente el mundo de la arquitectura muchas veces cae en el engaño y la mediocridad porque gracias a nuestra poca conciencia y falta de cultura que, en cierta forma nosotros hemos permitido y en buena parte nos agrada estar así, no vemos y ya no tenemos la capacidad de comprender el verdadero significado de lo que esta ante nuestros ojos.

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